Nos sentamos en la posición que más cómodos estemos. Normalmente sería sentados, espalda recta, piernas cruzadas y palma de la mano izquierda sobre la derecha y encima de nuestro regazo dejándolas caer.
Recordamos nuestro mantra personal (ver Meditación Nº1 y Nº2) o creamos uno nuevo.
Respiramos profundamente mientras vamos visualizando cómo se relaja cada parte de nuestro cuerpo, comenzando por la cabeza y terminando por los pies.
Empezamos a concentrarnos en nuestro plexo solar (a la altura de las costillas y el pecho). Visualizamos cómo se va formando una bola de luz amarilla a la altura de nuestro Plexo Solar y en frente de nosotros.
Cuando la bola del plexo es grande, ahora visualizamos una luz azul que asciende desde el globo terráqueo hacia arriba y va a encontrarse con la luz amarilla. Visualizas los colores que se van formando. A su vez la bola desprende unos colores titilantes muy brillantes.
Ahora visualizamos el cielo y más allá; galaxias, planetas, constelaciones y el Universo y hacemos descender una luz verde desde el Universo hasta nuestra bola de luz. Visualizamos cómo va ingresando el color verde en la bola y nos detenemos a observar y sentir la vibración.
Ahora nos visualizamos con esa brillante y titilante luz mezcla de azul, verde y amarillo. La luz se sostiene frente a nosotros. Ahora decimos nuestro mantra personal 7 veces mientras visualizamos cómo una llama violeta nos envuelve a nosotros y a nuestra bola de luz. La llama violeta transmutará la energía de bajo nivel vibratorio en alto nivel vibratorio para sanar cuerpo, mente y espíritu.
Ahora visualizamos cómo la llama violeta se va concentrando en un punto dentro de nuestra bola de luz. Todo se concentra allí.
Ahora la bola de luz penetra por nuestro corazón e inunda la columna vertebral de arriba a abajo. Una vez abajo vuelve a subir chakra a ckakra, atravesando los 7 y terminando en el chakra corona. Mientras sube la energía vamos a sentir cómo cada chakra se abre y se alinea. Liberamos energías estancadas con esta potente vibración de luz que hemos concentrado.
Ahora, terminamos guardando la energía en nuestro Tan Tien (un punto unos centímetros por debajo del ombligo).
DAMOS LAS GRACIAS
Recordamos nuestro mantra personal (ver Meditación Nº1 y Nº2) o creamos uno nuevo.
Respiramos profundamente mientras vamos visualizando cómo se relaja cada parte de nuestro cuerpo, comenzando por la cabeza y terminando por los pies.
Empezamos a concentrarnos en nuestro plexo solar (a la altura de las costillas y el pecho). Visualizamos cómo se va formando una bola de luz amarilla a la altura de nuestro Plexo Solar y en frente de nosotros.
Cuando la bola del plexo es grande, ahora visualizamos una luz azul que asciende desde el globo terráqueo hacia arriba y va a encontrarse con la luz amarilla. Visualizas los colores que se van formando. A su vez la bola desprende unos colores titilantes muy brillantes.
Ahora visualizamos el cielo y más allá; galaxias, planetas, constelaciones y el Universo y hacemos descender una luz verde desde el Universo hasta nuestra bola de luz. Visualizamos cómo va ingresando el color verde en la bola y nos detenemos a observar y sentir la vibración.
Ahora nos visualizamos con esa brillante y titilante luz mezcla de azul, verde y amarillo. La luz se sostiene frente a nosotros. Ahora decimos nuestro mantra personal 7 veces mientras visualizamos cómo una llama violeta nos envuelve a nosotros y a nuestra bola de luz. La llama violeta transmutará la energía de bajo nivel vibratorio en alto nivel vibratorio para sanar cuerpo, mente y espíritu.
Ahora visualizamos cómo la llama violeta se va concentrando en un punto dentro de nuestra bola de luz. Todo se concentra allí.
Ahora la bola de luz penetra por nuestro corazón e inunda la columna vertebral de arriba a abajo. Una vez abajo vuelve a subir chakra a ckakra, atravesando los 7 y terminando en el chakra corona. Mientras sube la energía vamos a sentir cómo cada chakra se abre y se alinea. Liberamos energías estancadas con esta potente vibración de luz que hemos concentrado.
Ahora, terminamos guardando la energía en nuestro Tan Tien (un punto unos centímetros por debajo del ombligo).
DAMOS LAS GRACIAS